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Despido Improcedente

El despido improcedente es la decisión unilateral del  empresario que extingue la relación laboral prescindiendo de las causas o requisitos exigidos por el ordenamiento jurídico.

Para que sea calificado como improcedente, el despido debe ser impugnado ante el orden social. Las consecuencias de un despido improcedente pueden ser el abono de una indemnización o el reingreso en la empresa.

Un juez declarará como despido improcedente los que no cumplan con los requisitos legales o no posean una causa justificada.

¿Qué es un despido improcedente?

La legislación laboral busca la protección del trabajador frente a eventuales abusos del empresario. Esta protección se basa en la trascendencia social del trabajo, sustento de los trabajadores y sus familias.

Por eso establece unos requisitos para que el empresario pueda romper unilateralmente la relación laboral.

Sin embargo, las decisiones extintivas del empleador no siempre cumplen con estos requisitos. En tales casos estaremos ante un despido improcedente.

Un despido puede ser improcedente:

Cuando el empresario haya incumplido los mencionados requisitos. Nos referimos, por ejemplo, a la entrega de la carta de despido o la celebración de un período de consultas previo al despido colectivo.

  • Cuando la decisión del empresario no esté amparada en causas legales. Así, el Estatuto de los Trabajadores(ET) regula el llamado “despido objetivo”, que es el que procede cuando concurren ciertas causas. También permite el “despido disciplinario”, derivado de incumplimientos del trabajador y regulado parcialmente en los convenios colectivos. Si la decisión extintiva no se basa en estas causas se considerará que el despido es improcedente.

¿Cómo se determina la improcedencia del despido?

El despido improcedente es el que se califica como tal en sede judicial.

Por tanto, debe impugnarse para que un juez le otorgue tal naturaleza. Para ello, el trabajador deberá acudir al orden social en un plazo de 20 días hábiles desde la fecha de efectos de su despido.

En primer lugar, se intentará llegar a un acuerdo por vía de conciliación. En este sentido, es importante señalar que el empresario puede reconocer la improcedencia de su decisión. Para ello bastará:

Con que abone la indemnización correspondiente a un despido improcedente en el momento de entregar la carta de despido.

O con que se allane durante la conciliación, dando la razón al trabajador y pagándole la indemnización debida.

Por tanto, el pago de la indemnización permite al empresario extinguir cualquier relación laboral siempre que no se encuentre en un supuesto de nulidad.

Esto ocurre, por ejemplo, en el despido de trabajadoras embarazadas o en extinciones discriminatorias.

Efectos del despido improcedente

En definitiva, el despido improcedente tiene un efecto principal, que es la opción entre el reingreso en la empresa o el abono de la indemnización debida.

La decisión depende del empresario, salvo que el despedido sea un representante legal de los trabajadores. En este caso, la opción corresponderá al empleado.

Tras la declaración del despido improcedente, el empresario dispone de un plazo de 5 días para manifestar su opción. En caso de no hacerlo, se entenderá que optó por la readmisión del trabajador.

Reingresar en el puesto de trabajo tras un despido improcedente

Una de las posibilidades que tiene el empresario cuando se determina la improcedencia de su decisión es readmitir al trabajador. En este caso tendrá que abonarle los salarios de tramitación, pero no la indemnización.

Indemnización por despido improcedente

En el caso de que se declare un despido improcedente y el empresario no readmita a su empleado, este tendrá derecho a una indemnización. El valor de la indemnización equivale a 33 días de salario por año de servicio, teniendo un límite de 24 mensualidades.

En caso de que el trabajador haya prestado servicios antes del 12 de febrero de 2012 se aplicarán dos tramos de indemnización:

El tiempo trabajado desde esa fecha se regirá conforme se ha expuesto.

Y el tiempo trabajado anteriormente devengará una indemnización de 45 días de salario por año trabajado, con un límite de 42 mensualidades.

Cuando concurran ambos tramos, el límite máximo a aplicar será el de 42 mensualidades.

Paro tras un despido improcedente

Por supuesto, tras un despido improcedente el trabajador queda en situación legal de desempleo. Esto significa que tendrá derecho al paro.

Para obtener la prestación por desempleo deberá entregar la providencia donde se manifieste que el empresario optó por indemnizar al trabajador, en lugar de readmitirlo.

Como empresario, ¿puedo recuperar los salarios de tramitación?

El Estado tiene el deber de administrar justicia en plazos razonables. Por eso, si la sentencia de declaración de improcedencia se dictara en un plazo superior a 90 días desde el despido, el empresario tendrá derecho a la devolución del salario de tramitación que exceda esos 90 días.

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